Esta es una actividad que entrena la coordinación óculo-manipulativa, la destreza y la motricidad fina.
La motricidad fina tiene que ver con todas aquellas actividades en las que necesitamos un control de nuestras manos, nuestros dedos o de nuestros pies.
Entre los 3 y los 6 años es cuando los pequeños se encuentran en la mejor etapa para desarrollar esta habilidad.